sábado, 20 de octubre de 2007

MERCEDES CLASE C

A finales de marzo empezaron a llegar a los concesionarios de Mercedes Benz, las primeras unidades de la cuarta generación de la berlina Clase C, que aspira a ser un importante captador de clientes para la marca de la estrella y líder de su segmento.
Para conseguirlo se ha buscado un excelente equilibrio entre el precio y el equipamiento. El desembolso será de media un 2% mayor. Sin embargo, esta ligera subida respecto a la generación anterior viene acompañada de un aumento de ostensible del equipamiento. Con estas bazas, Mercedes-Benz prevé pasar de las 9.000 unidades que vendió el pasado año de la anterior Clase C a 15.000 en 2009.
Ligeramente más grande que el modelo al que sustituye (5,5 centímetros más largo, 4,2 más ancho y con una batalla que crece casi 5 cm), la confortabilidad del habitáculo está garantizada.La rigidez torsional ha mejorado en un 16%, mientras el eje delantero se ha perfeccionado y el trasero es totalmente nuevo, con el objetivo de mejorar el confort y la agilidad de marcha.
Además, los clientes tienen la posibilidad de elegir entre tres líneas con diferentes frontales. En la denominada Avantgarde, la parrilla con tres grandes lamas cromadas horizontales y la estrella de la marca de amplias dimensiones en el centro, copan el frontal.

Es la primera vez que una berlina de Mercedes utiliza este diseño, hasta ahora reservado a los modelos deportivos. La parrilla de las terminaciones Elegance y Classic es tridimensional con la estrella situada sobre el morro del capó. El equipamiento técnico de las tres versiones es el mismo.
La conducción de la nueva Clase C se caracteriza por su gran estabilidad de marcha, a lo que contribuye el sistema de suspensión Agility Control que modifica la elasticidad de los amortiguadores, según el estado de la calzada y la situación del vehículo. A partir de otoño, un sistema que permitirá seleccionar un modo de conducción más deportivo.

PEUGEOT 207 RC



La versión RC es la más deportiva de la gama 207 y, bajo esa apariencia discreta, en el mejor sentido de la palabra, esconde un comportamiento excepcional y unas prestaciones capaces de satisfacer a los más exigentes.
De hecho, en Peugeot piensan que buena parte de los compradores son gente sin fidelidad a la marca, para quienes el precio no es un problema y que se inclinan por este producto atraídos por sus cualidades. Las ventas son limitadas, pero tienen un efecto positivo en la imagen de la firma.

Utiliza el motor 1.6 turbo, fruto de la cooperación entre el Grupo PSA y BMW, en una variante que alcanza los 175 CV, gracias a los ajustes realizados en la electrónica y a una presión de soplado del turbocompresor de 0,8 bares, que puede llegar momentáneamente hasta 1 bar cuando se pisa a fondo el acelerador y entra la función overboost.
Pero las excelencias de esta mecánica no están sólo en su potencia máxima; su capacidad de recuperación a bajas revoluciones es sorprendente y a poco más de 1.000 rpm ya se nota un tirón que mantiene en prácticamente todo el régimen de utilización. A ese agrado de conducción que ofrece el nuevo propulsor hay que añadir un sonido ronco, calibrado a propósito para que los amantes de un coche así disfruten con su bravura.













El RC lleva una caja de cambios de cinco marchas, específicamente escalonadas para sacarle todo el jugo, con una primera algo más larga y el resto de relaciones bastante próximas entre sí. No hubiera estado de más una sexta velocidad, que no sólo mejoraría los consumos y el confort en el uso cotidiano, sino que permitiría sacar el mejor partido a este motor de gran rendimiento.
La puesta a punto del RC se completa con unos discos de freno sobredimensionados (ventilados los delanteros) y una suspensión en la que los muelles son más rígidos y los amortiguadores trabajan con parámetros diferentes a los del resto de la gama.
Además, dispone de serie de un sistema llamado SSP (Steering Stability Program) que, en combinación con el ESP y el ABS, actúa sobre la dirección, haciendo girar las ruedas en el sentido más conveniente, para mejorar la frenada cuando cada una de éstas pisa sobre pavimento de distinta adherencia. Con ello se puede acortar la distancia de frenado entre un 4% y un 10%, dependiendo de las malas condiciones del terreno.
Las llantas de aleación de 17 pulgadas, la doble salida de escape, los retrovisores de aspecto cromado y un pequeño alerón posterior son los signos externos más llamativos, mientras que en el interior la discreción sólo se ve alterada por unos excelentes asientos tipo bacquet, cómodos y que recogen el cuerpo a la perfección, y unos pedales de aluminio.